“Siempre me he considerado un hombre de mediana estatura, pero cuando miro a mi alrededor, no veo ningún gigante.“
Giulio Andreotti
Hace poco estuve por Madrid y entré en la sección de discos de una tienda a ver si veía algo interesante. La verdad es que me lo hubiera llevado todo, y el motivo quizás fuera que no podías encontrar ningún álbum que no tuviera al menos de 20 años. Podías encontrar el Ok Computer de Radiohead, el Ten de Pearl Jam, el Dummi de Portishead o el What´s the Story (Morning Glory)? de Oasis entre otros muchos…
Y mientras salivaba y tenía una media sonrisa por tener semejante colección ante mí, de repente, mire hacia arriba y vi un cartel que que decía: “No es que los vinilos sonaran mejor, es que las canciones eran buenas”. Esto me hizo pensar no sólo en los discos, sino en casi todo lo que recordamos del pasado que nos hizo feliz. También, reconozco que después me llevé una gran decepción, cuando descubrí que ese cartel no era algo original. Se trataba de una frase hecha y mega utilizada y que, incluso, la gente se pone en la pared en vinilo. Vinilo de los otros, de los que se pegan, no de los discos, claro.
Pero bueno, al menos la frase me hizo reflexionar y relacionarlo con el fútbol, y que fácilmente a mucha gente le llevó a pensar el “cualquier tiempo pasado siempre fue mejor” o en el argot más futbolístico ese “Odio eterno al fútbol moderno”.

Hoy vengo reflexivo, quizás la vuelta de las vacas, no sé… Creo que al estar en una sociedad donde todo va tan rápido, donde todo deber ser siempre lo último y lo nuevo siempre es lo mejor, que esto ha hecho que surja un movimiento contrario. Donde ver de nuevo a Indiana Jones o a Ethan Hunt muchos, muchos años después, poder escuchar a nuestros grupos favoritos de cuando éramos jóvenes, jugar a consolas vintage. Que 22.000 personas reciban como un fichaje estrella a Ramos con 37 años y 18 desde que se marchó… o seguir lo que hacen Messi y Cristiano a miles de kilómetros en ligas que no prestábamos ninguna atención.
Y es que, nos hace sentir cómodos. Esa moda vintage que más que una moda es una necesidad de tener cierto equilibrio, disfrute y control sobre cosas que no cambian, que controlamos y de las que sabemos en un mundo donde como decía un famoso anuncio, también vintage, o te mueves o caducas.
Y es que desde los Ramos, Navas, Messi o Cristiano (por nombrar los que siguen en activo y a buen nivel consiguiendo títulos hoy por hoy) ¿Quién ha recogido el testigo? Hasta en el EA Sports FC 24, ninguna jugadora o jugador supera la puntuación de 91. Cuando en otros años Messi, por ejemplo, llegó a tener 94.
Hagamos un pequeño repaso: Neymar tiene 31 años y creo que todos coincidiremos en que su carrera no ha sido la que se esperaba. Hace años que está lejos de su mejor nivel. A pesar de ser el máximo goleador de la canarinha desde la semana pasada y de tener dos títulos. El último hace más de 7 años y tampoco es un mundial. Por lo que no ha sido capaz de liderar a su selección (con Copa del Mundo de local de por medio) y ahora, además, se ha ido al fútbol más poderoso, económicamente hablando, para lo que parece poner fin a una carrera agridulce. No por lo conseguido sino por lo que podría haber logrado con su calidad y virtudes, aunque con su selección seguirá intentando marcar la diferencia.
Mbappe está a punto de cumplir 25 años y aunque con su selección lo ha ganado todo, a nivel club tampoco ha sido lo que se podría haber esperado (a ver si va a ser jugar en el PSG…). Está dejando esa sensación de aún no saber si es tan decisivo como se le presuponía. Quizás con un par de Champions… Haaland es el que por edad parece que, a priori, va a poder conseguir más cosas y el que más récords está rompiendo. Pero es un goleador y no nos engañemos, no es un esteta ni tampoco un jugador que se eche el equipo a la espalda capaz de ser decisivo fuera del área. Inventar no es lo suyo y tampoco hace mejores a sus compañeros.
En su selección se ven más sus carencias, porque no es lo mismo brillar alrededor de una plantilla de 2000 millones a las órdenes del mejor entrenador del mundo, que junto a unos futbolistas que no están en ninguna lista top del fútbol europeo en estos momentos. Por lo tanto, parece que nadie ha sido capaz de coger el testigo de Messi o Cristiano, jugadores que reinaron con puño de hierro durante lustros y que si no hubieran coincidido aún sería mucho mayor su leyenda.

Vivimos tiempos extraños en el fútbol y a todos nos gusta aferrarnos a lo que nunca nos ha fallado, eso que nos da equilibrio en un mundo cambiante, que hace que lo que hagan nuestra leyendas estén donde estén siga siendo muy importante para cientos de miles de aficionados al fútbol. Y un claro ejemplo de esto, es la última campaña de Noblex, patrociandor oficial de la Selección Argentina y que hace referencia precisamente a que da igual a donde vaya Leo Messi, que en Argentina lo van a seguir siempre, por todo lo que hizo, por todo lo que representa, por todo lo que les hizo sentir, y que esté en Miami no cambia absolutamente nada.
La pasión no entiende de límites ni fronteras, y en el fútbol, la pasión directamente no necesita ser entendida. Porque si la tienes, si la sientes, todo te parece lo más normal y lógico. La campaña de Noblex realizada por la agencia GUT, habla de esta normalidad. De cómo seguir a Leo en todo lo que hace es lo lógico, con un humor fino, contenido, se ve en la vida de los argentinos dándole su apoyo esté donde esté. Si eso significa cambiar el nombre del deporte que tanto aman pues se hace, porque la marcha del astro ha cambiado la vida de los argentinos una vez más, porque ellos ya no ven ni juegan fútbol. Porque si Lionel está en Miami, ahora su pasión es el soccer.
Un artículo ameno y bien apoyado en dos campañas publicitarias,donde Jorge se mueve como pez en el agua,estructurado en reflexiones que huyen de la melancolía pero afirman que hay ocasiones en que lo pasado fue mejor,sin que se pueda aclarar si lo han sido por factores objetivos,el vinilo o el contenido del mismo,o subjetivos, nosotros mismos,el momento en que nos encontrábamos,y todo adobado con la pasión de nuestro deporte preferido y la fidelidad que se tiene al hombre por encima de sus circunstancias.Y es que las reflexiones que plasma en el artículo invitan a que el lector también se las haga.
0