Aunque la Champions League sea la indiscutible reina de las competiciones europeas de fútbol, la Europa League también nos deja bonitos momentos de fútbol y emociones por vivir. Una vez que se pasa la fase de grupos, algo tediosa, con las eliminatorias y la llegada de los terceros de Champions esta competición coge ritmo. Tenemos cuatro representantes españoles en la competición que, en la ida de dieciseisavos de final celebrada ayer, consiguieron resultados desiguales que a continuación desgranamos de menos a más opciones de clasificación para los nuestros.
Siguiendo ese orden, quien más difícil lo tiene para llegar a los octavos es quien tenía un rival más fuerte. El Villarreal cayó por 3-1 en casa de un potente Olympique de Lyon, más enchufado, tal vez por el hecho de que la final de esta competición se jugará en su estadio. Con un Mariano desatado y Fekir dispuesto a lanzarle desde la mediapunta, el Lyon dominó el arranque, aunque el Villarreal supo calmar el partido y llegar al descanso incluso con alguna oportunidad. Pero es que los castellonenses se presentaron al segundo tiempo en cuerpo, pero no en alma, y no pagaron con creces.
Cuando quisieron aterrizar tras la reanudación, ya perdían 2-0. Ndombele en el primer minuto rematando una dejada de cabeza del omnipresente Mariano y Fekir a placer tras un jugadón impresionante del mismo Mariano (Álvaro Vázquez tendrá pesadillas con él) levantaron al Parc OL. Cuando el Villarreal despertó, se soltó con Trigueros y Rodri a los mandos, pero el meta Lopes aguantó el tirón con la excepción del tanto de Fornals en el 62. En la media hora restante no pudieron hacerse con el empate, pero un resultado que no era del todo malo para los de Calleja se estropeó cuando Depay largó un derechazo tan lejano como inesperado al fondo de las mallas de un Asenjo que tardó en enterarse del disparo del holandés. Un cañón el que tiene el OL en el banquillo con Memphis Depay, es increíble la fuerza y velocidad con la que arma la pierna. Para el Villarreal quedan opciones para la vuelta, pero el poderío ofensivo de los franceses hará complicado que no marquen en el Estadio de la Cerámica.
El otro equipo español que terminó la jornada con el gesto torcido fue la Real Sociedad. Tras un arranque de temporada impresionante, no parece levantar cabeza y alterna buenas actuaciones, con un fútbol atractivo, con cantes de importancia. Lo de esta ida de los dieciseisavos es más bien cante, tras empatar a dos en Anoeta frente al Red Bull de Salzburgo. En un partido con desempeño desigual de los donostiarras, los goles se fueron anteponiendo a los buenos momentos de cada equipo. Arrancó bien la Real, alegre y desenfadada, dominante hasta que poco antes de la media hora se encontró con un saque de córner en contra que, tras salida blanda de Rulli, chocó en el cuerpo de Oyarzábal sin que éste pudiera evitar que acabara en el fondo de las mallas. Los austriacos se vinieron arriba con el gol y pudieron anotar alguno más antes del descanso o en el inicio de la segunda mitad. Hasta que a los diez minutos Odriozola tiró de clase para culminar en gol una gran jugada individual. De nuevo tras el gol vino el dominio, esta vez de los txuri-urdin, que a diez minutos del final se adelantaban con una falta mal tirada por Januzaj, que entró brillantemente desde el banquillo, la barrera se abrió y el balón entró mansamente en el marco de Walke. Pero cuando el partido parecía tocar a su fin con una ventaja escasa pero aceptable para los locales, llegó el empate del japonés Minamino rematando en la frontal del área pequeña una buena jugada por banda derecha. Le toca a la Real viajar a Salzburgo con la intención de ganar si no quiere que el Red Bull sea equipo de octavos (por cierto ¿qué pasaría si el Red Bull Salzburgo tuviera que jugar contra el Red Bull Leipzig, ya que están en la misma competición?).
Llegó la hora de contar buenas noticias, como sin duda es la victoria del Athletic ante el Spartak de Moscú por 1-3 en la capital rusa. A ocho grados bajo cero, y con Mikel Rico en manga corta, los de Bilbao demostraron mucho más ritmo competitivo. El parón invernal mató a los locales, que no se encontraron cómodos en ningún momento, mientras los vascos volaban en comparación y se dieron un festín en el primer tiempo, con prácticamente tres goles en tres llegadas. Adúriz, con esa mezcla suya de calidad e instinto, anotó los dos primeros aprovechando la somnolencia de la zaga rival. El tercero fue de vídeo de humor. Una jugada por la derecha de Iñaki Williams, que dejó atrás incluso al portero, acabó con un pase de la muerte cuyo despeje fue rematado en volea por Mikel Rico. Kutepov bajo palos, con todo para despejarla, se embolicó y acabó enviando el balón hacia atrás, al interior de la puerta. Con media hora para el final del partido, el Spartak logró el gol del honor, con Luiz Adriano culminando una bonita jugada combinativa. No hubo más, el Athletic estaba ya satisfecho con el 1-3 y los rusos no pudieron inquietar más a Herrerín. Buen resultado para la vuelta en un campo y unas circunstancias incómodas.

Pero debe ser que la nieve ahora es propicia para los equipos españoles, porque el Atlético, con un clima gélido en el mítico Parken de Copenhague, goleó por 1-4 a los locales, un conjunto con fama de ordenado y correoso que no aguantó ni medio asalto a los del Cholo, ayer en versión alegre y ofensiva. Arrancó con ganas el Atleti, con ocasiones en los primeros suspiros, pero el fantasma que suele acompañar a este equipo asomó a los 14 minutos, cuando la primera llegada del Copenhague se convertía en un gol de tacón de Fischer en área pequeña. Mientras los Atléticos más agoreros se seguían acordando del Qarabag, de Oblak (que con gripe dejó su puesto al exageradamente criticado Moyá) y de la leyenda del «pupas», Saúl peinó de cabeza un centro frontal de Griezmann para empatar el encuentro. La justicia se consumó en el minuto 36, cuando Gameiro culminaba una bella combinación entre Lucas y Griezmann por banda izquierda. El 1-2 cuadraba más con los méritos de cada equipo. Este equipo puede dar algún traspié, pero el «pupas» ya quedó enterrado hace tiempo. Para demostrarlo, el segundo tiempo, que continuó con el monólogo colchonero, trajo el tercer gol, obra de Griezmann en mano a mano ante Olsen, y el cuarto, en el estreno europeo de Vitolo, que cazó un balón robado en la frontal del área contraria por Thomas para empujarlo al fondo de las mallas. Gran partido de un Atlético de Madrid donde funcionó el planteamiento, funcionó Thomas, creció Lucas por su lateral, brilló sobremanera Griezmann y marcó Vitolo en la media hora que jugó y que le dio para mostrar que poco a poco va entrando en la dinámica del equipo. Baño de alegría visitante ante un Copenhague que vendrá la próxima semana a Madrid de turismo. Solo queda ¡ay! el reparo de pensar por qué no se conseguiría un partido así ante el inefable Qarabag. Cosas del fútbol.
Con la esperanza de que la vuelta nos traiga buenas noticias para los cuatro españoles, este primer partido de dieciseisavos de la Europa League nos trajo emoción y buen fútbol. Veremos quién pasa a octavos.