Se ha convertido en el protagonista de las tertulias de la prensa internacional desde hace unas semanas. Todo el mundo opina, y además, todos creen saber cuál será el resultado. Los debates se encrespan con el paso de los días y no parece que vayan a concluir hasta el 13 de enero del próximo año, fecha en la que el Palacio de Congresos de Zurich acogerá la gala del FIFA Balón de Oro, donde las personalidades más importantes del fútbol mundial se reunirán otro año más para formar parte de la ceremonia que designará al mejor futbolista del mundo.
Un jugador galardonado por los resultados que ha obtenido tanto individual como colectivamente a lo largo del año, por el talento futbolístico del mismo, además de por su juego limpio. Desde la FIFA no quieren pasar por alto la personalidad y el carisma de los seleccionados, requisitos que consideran importantes para llevarse la distinción a casa.
Un reconocimiento con más de cinco décadas de historia que ha ido evolucionando con el paso de los años, y con la mejora y profesionalización del fútbol internacional, que esconde curiosidades interesantes de descubrir…

Fue la revista especializada France Football la que puso en marcha este reconocimiento en 1956 para identificar al mejor futbolista europeo que jugara en cualquier liga del continente y que consiguió llevarse el inglés Stanley Matthews, que esa temporada jugaba en el Blackpool Football Club.
Tuvieron que pasar algunos años hasta 1995, cuando la nacionalidad del jugador sería indiferente siempre que jugase en una Liga Europea. Pero el fútbol era demasiado grande para quedarse atrapado en Europa y en 2007 se decidió reconocer al mejor futbolista del planeta, independientemente del lugar del mundo donde jugase.
Hasta aquí, la revista francesa seguía teniendo todo el poder sobre este reconocimiento futbolístico. Nunca se había celebrado ninguna ceremonia pública para entregar esta distinción, sino que el futbolista premiado aparecía en portada de la revista del mes de diciembre posando con el Balón de Oro y haciendo pública la elección de los votantes. Pero fue hace tres años, en 2010, cuando la revista decidió fusionar su reconocimiento con el premio al Jugador Mundial de la FIFA que entregaba esta misma institución desde 1991, creando así el FIFA Balón de Oro.

Antes de la unificación del premio solo los corresponsales de la edición francesa votaban y escogían al jugador ganador. Unos nombres que habían sido seleccionados desde la redacción de la revista y que llegaban a un total de 50 futbolistas. Número que se ha reducido bastante desde la llegada de la FIFA, contando 23 seleccionados. No solo la cifra de posibles galardonados ha cambiado sino que también lo ha hecho la forma de voto, en la que se ha ampliado el cupo a periodistas de diferentes países, además de los seleccionadores y capitanes de las selecciones reconocidas por la FIFA, que se unen para decidir al premiado.
Apenas quedan dos meses para conocer el ganador del Balón de Oro y son Cristiano Ronaldo, Franck Ribéry y Lionel Messi los nombres más sonados para hacerse con el reconocimiento mundial. A día de hoy y cuando ni siquiera se han cerrado las votaciones, algunos comentan que ya está claro el nombre del protagonista.
Pero nosotros, el resto de mortales tendremos que esperar hasta el próximo año para conocer de boca del presidente de la FIFA, Joseph Blatter, quién es el mejor del mundo.
Mi crítica principal a la incursión de la FIFA en esta premiación es que se cambia el periodismo por el marketing. Blatter ha buscado maneras geniales de expandir el deporte rey por el mundo, el viejo llevó la Nº5 a los lugares más recónditos del planeta y ha aumentado exponencialmente los ingresos de todos los involucrados con más partidos televisados en más países. El problema es que a este viejo le sabe a mierda si el deporte sale perjudicado, es un hombre de negocios, pero no un deportista.
Permitirle a jugadores y etrenadores votar sobre quién ha sido el mejor jugador del año es como pedirle a un ciego su opinión sobre una pintura. No saben de lo que hablan. Podrá sonar irónico pero es cierto. Sigamos una lógica simple: ¿en qué momento de sus vidas pueden los capitanes de las selecciones ver 500 partidos al año para evaluar el rendimiento de los mejores jugadores del mundo? ¡Nunca! Los jugadores están muy ocupados haciendo su trabajo, que es entrenar y acatar las órdenes del entrenador para el partido. No se les paga para pensar o ver vídeos, se les paga para correr, brincar, patear, descansar, entrenar y volver a correr. En sus tiempos libres podrán ver un par de partidos pero nunca será suficiente para que Casillas me diga que dio uno de sus votos a S.Ramos porque fue el 3er mejor del mundo.
Los entrenadores de selecciones seguro que sí ven bastantes partidos durante el año, ¿verdad? Tampoco. Ven los suficientes para evaluar a los jugadores de la nación que les interesa porque son «seleccionadores» y deben seleccionar. Tendrán un equipo de trabajo que analiza los rivales previo a los partidos, pero jamás podrán ver todos los partidos de cada jornada en las ligas más importantes del mundo, tanto así como para evaluar a los mejores jugadores. De hecho, ¿se puede saber quién en este mundo tiene tiempo para ver todos los partidos posibles y analizar los jugadores? mmm… un momento, ¡los periodistas viven de eso! El trabajo del periodista es justamente ver un partido, otro partido, más partidos y todos los partidos. Comentarlos, narrarlos y analizarlos. Son los periodistas franceses que decidieron entregar ese premio los que realmente merecen votar al ganador, nadie más. el Ballon d’Or es el premio más prestigioso del planeta fútbol a nivel individual porque reconoce al jugador cuyo esfuerzo individual tuvo mayor relevancia en el éxito colectivo de su equipo. Atención, la palabra éxito está involucrada porque de nada sirve jugar bien si mi equipo no se beneficia. Por lo menos se debe llegar a las instancias finales para ser reconocido, pues es el fruto de una temporada, no un partido, lo que se evalúa.
Dicho esto, una vez que la FIFA mete la mano transforma el Ballon d’Or en el premio del Jugador Más Popular del mundo. «¿Cuál es tu jugador favorito?» le preguntan al seleccionador de Islas Faroe y puedo imaginar que responderá «Messi, sin duda, porque es el mejor del mundo, mi voto es para él» aunque el equipo de la Pulga no ganara más que una Liga (la española, que vale 2 centavos) mientras su club cayó derrotado en semis de Champions y su selección goleada en 1/4 del mundial 2010. Aquel año, cuando Xavi e Iniesta aportaron lo mismo o más que el argentino en dicha Liga y Champions, además, trajeron la copa del mundo a España. Por si fuera poco, Diego Milito anotó goles importantes todo el año, tanto para el Inter como para Argentina, obtuviendo mejores resultados que el propio Messi. Y finalmente, Wesley Sneijder llevó a su selección a la final del mundial luego de ser la columna del Triplete del Internazionale, eliminando justamente al Barça de Messi. Pero claro, ¿quién diablos conoce a Sneijder? Preguntémosle al seleccionador de Guinea Ecuatorial si vio la temporada de la Liga española o de la Serie A, donde Sneijder brilló también. Creo que es una tesis suficientemente lógica y sustentada como para defender mi asco hacia la FIFA, el nuevo Ballon d’Or, la prensa rosa que lo promociona y por supuesto quien dirige todo: Blatter.
Un poco largo el texto, pero tocaste una tecla sensible. Buen artículo el tuyo si fue capaz de desatar mis ganas de escribir. Invitada estás (tú y tus colegas) a leer también de fútbol en la web http://www.elfutbolesinjusto.com
Y que vivan los bloggers del mundo, porque rescatamos la escencia del verdadero periodismo.
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Desde que ni Iniesta ni Xavi lo ganaron en 2010, el Balón de Oro es una pantomima que ha ido perdiendo valor con el paso de las temporadas. Ya no es un premio de prestigio sino el trofeo que mide el egocentrismo de un par de jugadores.
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Muchas gracias por tu aportación Arturo! Está claro que cada vez es más difícil saber qué premia el Balón de Oro. Un saludo y enhorabuena también por vuestra web. hacéis un trabajo estupendo!
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