Esta semana se estrenará Luis de la Fuente en el cargo de seleccionador español tras tomar el testigo del discutido Luis Enrique. Tendremos que esperar al sábado para empezar a conocer las claves del sistema y del estilo de juego que pondrá en escena el exlateral izquierdo riojano. Ligado desde hace ya una década a las selecciones inferiores de la RFEF, De la Fuente se encuentra ante el reto más importante de su carrera como entrenador, puesto que su experiencia previa se limita a equipos inferiores del panorama futbolístico vasco y a categorías base.
Por otro lado, lo que sí es ya una certeza decisiva es la primera convocatoria de esta nueva era. Una lista de 26 jugadores que deja muchas claves con respecto a lo que está por venir. Una nómina en la que seguro faltan y/o sobran jugadores a criterio de algunos, porque nunca llueve a gusto de todos, pero que, en líneas generales, parece más lógica que las últimas ofrecidas por Luis Enrique. Tanto es así, que el nuevo seleccionador parece haber escuchado algunas de las peticiones y reivindicaciones más virales de la afición, hasta el punto de que sus haters ya hablan de populismo o complacencia.
La gestión de los veteranos
Uno de los temas más escabrosos a los que se debe enfrentar un seleccionador cuando toma las riendas es el de saber llevar a los veteranos. Principalmente por su peso en el vestuario, pero también por lo que puede suponer en esas edades ir o no a la selección de cara al futuro. En este caso, esta gestión se ha llevado a cabo en dos sentidos. Por un lado, la vuelta de Nacho e Iago Aspas, ambos jugadores con pasado en la roja pero denostados en la última etapa de Luis Enrique. Muchos los reclamaban. A Nacho por su versatilidad y su experiencia en un grande, y a Aspas porque no hay otro como él y los números no mienten.
Por otro lado, los que salen. Una de las ausencias es obligada, ya que fue el propio Sergio Busquets quien decidió dar por zanjada su época en la selección tras el mundial. No es el caso de Jordi Alba (34) o Koke (31), que, aunque tengan edades diferentes, empezaban a estar señalados por la afición por su bajo rendimiento con la roja. No quiere decir esto que ya no vuelvan a representar nuestra bandera, pero en el caso de Alba parece que se le cierra ya la puerta. Como sucedió y trascendió en el caso de Sergio Ramos.
Alternativas en la delantera
Uno de los grandes problemas de la época de Luis Enrique con la selección española radicaba en la falta de alternativas que presentaban sus delanteras. El sistema de juego del asturiano se basaba en un trío de mediapuntas en el que pocas veces encontrabas a un nueve. Esto potenciaba un estilo de toque con ínfulas de la herencia del tiki-taka, que ya en el mundial pudo verse como desfasado. Los ataques liderados por mediapuntas eran planos y previsibles, por no hablar de la inferioridad física que estos jugadores poseen en el contexto del fútbol actual.
Ahora sí hay plan B. De la Fuente, del que no conocemos su propuesta al 100%, podrá volver a la idea de L.E. con futbolistas como Olmo, Nico Williams u Oyarzabal. Sin embargo, en su lista sí hay jugadores que pueden rematar balones aéreos si un partido se atasca, como Joselu y Borja Iglesias. Por no hablar del perfil Juan Palomo que te puede ofrecer Iago Aspas cuando no te funciona ningún plan y necesitas que alguien genere ocasiones. Por tanto, en esta convocatoria van los cuatro jugadores nacionales con más goles de la Liga. Lo normal, excepto para Luis Enrique.

Revolución en la defensa
Una de las parcelas más discutidas en la época Lucho era la retaguardia. En las últimas listas del asturiano se criticaba la presencia de varios jugadores: Eric García, un fijo sin minutos en el Barça; Hugo Guillamón, cuya posición en el Valencia era diferente (pivote); el irregular Pau Torres; o Diego Llorente, que apenas jugaba en la Premier. Y aquí es donde más cambios ha introducido el nuevo seleccionador, cambiando hasta cinco defensas de los ocho que integraron la expedición española en el mundial de Catar.
En ese sentido, a la ya mencionada inclusión de Nacho, podemos añadir como clave el refuerzo de los centrales, un puesto muy problemático desde la disolución de la mítica pareja Piqué-Ramos. De la Fuente ha optado en esa posición por repescar a Íñigo Martínez, de presencia irregular en la era Luis Enrique pero sobrada valía y llamar (por fin) a David García, uno de los mejores centrales de la Liga por su rapidez, contundencia y juego aéreo. También puede reseñarse la continuidad que le va a dar a la renovación generacional de los laterales.
Su gente de la sub-21
Si hay un resquicio en la lista de De la Fuente en la que se puede poner en tela de juicio la meritocracia, es el de los exjugadores de la sub21. Es consabido que, como en todo trabajo, a los seleccionadores les gusta dejar una pequeña cuota en las convocatorias para futbolistas de extrema confianza que, habitualmente, han estado a sus órdenes con anterioridad. El matiz está en que en el caso de Luis Enrique no se detectaba claramente la raíz de su predilección por ciertos jugadores. Bueno, algunos decían que era por los lazos barcelonistas del técnico. Sin embargo, en la lista de De la Fuente sí se ve claro que fueron pupilos de su rojita.
Hablamos de Pedro Porro, Zubimendi, Mikel Merino o Bryan Gil. En algunos casos nadie discute el relevo, algo que de hecho debe ser una de las razones por las que se nombra seleccionador al riojano. Sin embargo, sí podemos encuadrar en esas llamadas de confianza a Fabián o a Ceballos, suplentes en sus clubes, y a Bryan Gil, muy lejos de su mejor nivel. Tampoco será extraño ver con la roja a corto plazo a otros jóvenes como Gabri Veiga, Yeremy Pino o Oihan Sancet, a los que parece haber dejado queriendo en la rojita para ayudar a Santi Denia a preparar la próxima Eurocopa.
Como en todo relevo de seleccionador,y aparte de la ilusión que debe generar en el aficionado mayoritariamente hablando,porque siempre habrá a quien no lo ilusione,en este caso, con la moderada objetividad que cualquier aficionado se puede permitir,a mí me parece que De la Fuente está en una honda más cercana a la realidad y se presume más flexible que Luis Enrique,por eso mi voto de confianza y mi ilusión renovada por nuestra Selección.
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