Por fin Mestalla disfruta de Dani Parejo. Llegó en 2011 a Valencia, y en este tiempo, muchos dudaron del verdadero potencial del futbolista de Coslada. El “10” valencianista pasó momentos duros tanto en lo personal como en lo deportivo, pero ahora es feliz y está comenzando a convencer a la afición ché. Y justo el mejor momento de Parejo llega a sus 26 años, la edad en la que el aficionado valencianista empezó a ver al mejor Baraja, ahí es nada.

El príncipe de Coslada (Madrid) se está convirtiendo en Rey. Sus primeros pasos los dio en La Espinilla, y luego el Coslada, antes de llegar a la cantera blanca del Real Madrid. Los inicios en la academia merengue no fueron brillantes pero comenzó a destacar con la selección española Sub-19. Su primer gran momento llegó en Viena, en la final de la Eurocopa sub-19 donde marcó el gol de la victoria frente a Grecia.
Entonces, en el 2007, a los 18 años recién cumplidos muchos comenzaron a observar de cerca al “príncipe de Coslada”. Uno de ellos fue Alfredo Di Stefano, quién tras verlo un par de partidos aseguró que Parejo era una “de las mayores perlas de la cantera blanca”.
El Madrid quería que Dani ganara en experiencia, que también creciera en lo personal, que madurara, y pensó que lo mejor para ello era que se marchase fuera, al Queens Park Rangers. Este equipo, que ahora juega en la Premier, por entonces estaba en la Segunda inglesa con serias aspiraciones de ascenso. La aventura de Londres supondría un aprendizaje importante para el “príncipe”, vivir fuera de casa y aprender el fútbol internacional, el fútbol british.
En Navidad, el Real Madrid lo recuperó y le dio algunas oportunidades para ver si Parejo ya estaba hecho para llevar los mandos en el Santiago Bernabéu. A pesar de la insistencia de Di Stefano, el Madrid no terminó de confiar en él y lo vendió al Getafe. Esa temporada 2009-10 vimos al Dani Parejo que muchos esperaban, siendo el cerebro de un fantástico Geta que se clasificó para la Europa League. Tanto brilló que los blancos se pensaron repescarlo al final de esa campaña pero entonces la dirección merengue apostó por Canales y Özil para que manejaran la embarcación del Real Madrid.
Tras años destacando en el Coliseum otro gran equipo volvió a creer en su crecimiento como futbolista.
Desde Baraja en busca de un cerebro

Braulio Vázquez, ex Director Deportivo del Valencia, hasta noviembre del 2013, apostó por Dani Parejo como mediocampista de futuro del Valencia. El conjunto ché cada verano rastreaba el mercado buscando su Baraja, ese jugador que fuese su cerebro y que aportase gol a su línea atacante. Fracaso tras fracaso fueron pasando futbolistas: Hugo Viana, Manuel Fernandes, Banega, Tino Costa, Canales, Michel…ninguno de ellos valía, todos naufragaron en su intento.
Y al mismo Parejo, durante las últimas temporadas, lo podríamos incluir en esta lista de fracasos. Braulio ya avisó cuando se produjo su fichaje, se trataba de la incorporación “del futuro cerebro del equipo”, un futbolista “en crecimiento”. Pero pasaban los partidos, las campañas y muchos aficionados ches dudaban del verdadero potencial de Dani.
Su momento más difícil llegó en la temporada 2011-12, hace 3 años. El Valencia terminaba la temporada consiguiendo una tercera posición que le permitiría jugar otro año más la Champions, pero el ambiente en Mestalla era de decepción, con continuas ventas de cracks (Villa, Silva, Mata…) y con la sensación de que el equipo no sabía competir contra los grandes como años atrás. En este clima de pesimismo en la grada, Parejo era una de las grandes decepciones para la afición. No llegaban a ver a ese prometedor mediocampista, y lo que era peor, cada partido se le veía más perdido, la presión le estaba ahogando.
Fue a principios de mayo de ese 2012 cuando el jugador dio una rueda de prensa para explicar su difícil situación. Dani había dado positivo en un control de alcoholemia unas noches antes saliendo hasta altas horas. Un hundido Parejo pidió perdón, confesó estar pasando un “mal momento personal” (había roto su relación con su por entonces novia) y se prometió trabajar duro para comenzar a disfrutar de Mestalla y dejar de sufrir.
Ese verano Dani estuvo más fuera del Valencia que dentro, se pensó en su venta, pero la falta de buenas ofertas y el no encontrar nada mejor en el mercado (a bajo coste, era el Valencia pobre pre Peter Lim) provocaron que continuara en el conjunto ché. Con Valverde en el banquillo se comenzó a ver a un Parejo que recordaba al de Getafe, sin embargo posteriormente con Djukic, Pellegrino y Pizzi volvió a mostrarse muy irregular. En el aspecto personal, Parejo encontró la estabilidad y se casó el verano pasado.
Y cumplió los 26. Y como si de un cuento se tratase, a esa edad en la que Baraja comenzó a brillar en Mestalla, el Valencia por fin encontró a su cerebro. Es cierto que la comparación aun sigue siendo temeraria, a Dani aún le queda mucho para acercarse al Pipo, pero el Valencia vuelve a tener un organizador que sabe dirigir y además marca los goles cuando la delantera falla. Nuno y Rufete le han mostrado todo su apoyo, saben que es su gran momento, su ahora o ya nunca, y por eso le dieron el brazalete de capitán del equipo.
El príncipe parece que ya se está convirtiendo en Rey.