Acaban de cumplirse 20 años de un feliz día en el que dos de los más grandes genios que han pisado el verde tapete de los campos de fútbol españoles se encontraron, conectaron y dejaron para la posteridad un gol inolvidable.
Esta obra de arte futbolística tuvo lugar en El Sadar, en un encuentro que finalizó 2-3 entre Osasuna y el Barça del Dream Team comandado por Cruyff en el banquillo. Los genios que firman esta belleza: Laudrup y Romario, cada uno en su especialidad.
El danés Michael Laudrup marcó a toda una generación de futboleros españoles con sus muestras de infinita clase militando en las filas de F.C. Barcelona y Real Madrid. Sus fintas y regates eran de un nivel estético supremo, pero su gran especialidad siempre fue esa precisión para el pase entre líneas, para superar a cualquier defensa encontrando el milímetro exacto por donde hacer pasar el balón, con la fuerza y dirección suficiente para que el receptor pudiera disponer del esférico a su antojo.
El brasileño Romario fue uno de los delanteros con más facilidad para la definición ante el marco que jamás haya existido. Siempre atento para ejecutar certeros movimientos de desmarque, cuando recibía la pelota ante el portero era capaz de esconder hasta el último momento su intención, soltar un rápido pero sutil latigazo y convertir el gol por donde el arquero menos lo esperaba. Era capaz de encontrar resquicios ante no importaba qué rival ni situación.
Aquel día en El Sadar fue la cumbre de la maestría de estos dos grandes futbolistas. Un gol para disfrutar, que muestra, para los que no pudieran verlos en su momento, quienes eran estos dos históricos jugadores. Laudrup y Romario.
Una pena que Romario durara tan poco en el Barcelona, era un jugador único quizás el más técnico que ha pasado por el equipo culé.
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Tienes toda la razón Pedro, para mi es el mejor finalizador junto con Ronaldo de la historia del fútbol.
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