El FC Barcelona no encadena tres partidos seguidos ganando desde abril de 2021. El dato, además de ser estadísticamente demoledor, tiene un mensaje implícito de mediocridad nada alentador para lo que está por llegar. Ayer en Granada de nuevo se dejó dos puntos en un partido en el que no fue mejor que su rival.
«Es culpa nuestra, son situaciones que las llevamos entrenando toda la semana«. Esta frase de Xavi Hernández en rueda de prensa se está convirtiendo en un habitual. Lo cual lleva a pensar a quien escribe que indirectamente (o quizás no tanto) el técnico culé clama por la inutilidad de ciertos miembros de su plantilla. Digamos que se trata de la versión refinada del ínclito «esto es lo que hay» de Ronald Koeman.
De lo poco salvable de ayer, nos encontramos con un nombre propio: Dani Alves. Sin duda el mejor en defensa y uno de los mejores del encuentro. A sus 38 años mostró un gran despliegue físico y el oficio necesario para salvar al conjunto culé en más de una situación comprometida. No sabemos si el hecho de que Alves sea de lo mejor es algo de lo que sacar pecho ya que dice muy poco del resto, pero ésta fue la realidad ayer en el Estadio Nuevo Los Carmenes.
Otro nombre al que destacar es Luuk de Jong. Jugando muy bien al primer toque y descargando al equipo cuando más lo necesitaba. Como guinda un gol que parecía dar de nuevo tres puntos de oro. Es una pena que el Barcelona esté en la obligación de aligerar la plantilla, de lo contrario entre Martin Braithwaite y el holandés, personalmente apostaría por el segundo.
En lo negativo un Gavi que cometió un error propio de lo que es, un juvenil. No es la primera vez que sucede y alguien tendrá que hablar con él. Obviamente con todo el tacto del mundo puesto que no deja de ser un crío al que se le pide más de lo que le tocaría por edad, pero al fin y al cabo esto no deja de ser el Barcelona y hay mucho en juego.

En cuanto al Granada, del siempre discutido Robert Moreno, tuvo las ideas claras desde el principio planteando un encuentro muy cerrado con líneas muy juntas. Es cierto que apenas inquietaba la portería de Ter Stegen pero más por una cuestión de dibujo que de voluntad. Al final encontró en el empate un resultado justo que le permite seguir apostando por un proyecto que ya empezó torcido.
Se viene ahora la infame Supercopa en el país al que todos quieren ir a cobrar pero nadie a vivir. El miércoles un Clásico para el que presumiblemente volverá Ansu Fati y debutará, si Mateu Alemany obra el milagro, el flamante nuevo fichaje Ferrán Torres.
Poco a poco Xavi Hernández irá teniendo a todas las piezas disponibles y serán entonces cuando veremos si el discurso en rueda de prensa cambia. O por el contrario tendremos que esperar al verano para solucionar el perpetuo desaguisado en el que se encuentra instalada la plantilla blaugrana.
La Supercopa puede ser el momento crítico para el Barcelona,o da el estirón y se carga de moral y seguridad en sus posibilidades,o se sigue señalando en la mediocridad y la duda.Veremos que camino coge.
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