La décima edición de la Copa del Mundo de 1974, disputada en Alemania, tuvo el debut de una selección singular procedente de África. Nos referimos a Zaire o como se hacía llamar ellos «los leopardos».
Su balance en la competición no fue precisamente bueno. Quedaron encuadrados en el grupo B, disputando tres encuentros contra Escocia, Yugoslavia y Brasil respectivamente. En el primer partido perdieron 0-2, resultado éste que invitaba al optimismo. No obstante, en el choque contra los yugoslavos encajaron un 9-0 que bien pudieron ser más. Finalmente, dijeron adiós a su aventura mundialista siendo derrotados contra Brasil por 0-3.
Sería en este último encuentro en el que los zaireños, probablemente presionados por las amenazas del dictador Motubu, protagonizarían uno de esos momentos que forman ya parte de la historia de los mundiales.
La guardia de Mobutu nos encerró en el hotel y nos amenazó con no dejarnos regresar si perdíamos contra Brasil por 4-0.”
Ilunga Mwepu
Minuto 85, el marcador refleja ya un agónico 3-0 a favor de Brasil. El árbitro rumano Nicolai Rainea señala un libre directo a favor del conjunto carioca. Ordena la barrera, se retira e indica con el silbato que puede lanzarse la falta. Un par de metros por detrás del balón, Rivelino duda. De repente, y ante el asombro general, un leopardo verde decide correr hacia su libertad…
Estremecedora historia. Es curiosos porque cuando buscas este video por internet muchísima gente se mofa de que los pobres no sabían ni las leyes. No saben que detrás de todo había un tirano capaz de acabar con la vida de quien no osara hacer lo que él mandaba.
Enhorabuena por el artículo!
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