Un día como hoy, 18 de marzo, hace 100 años el Gobierno Civil de Valencia aprobaba el acta de constitución de la “sociedad recreativa Valencia Football Club”. Un documento elaborado por dos aficionados, Octavio Augusto Milego Díaz y Gonzalo Medina Piernas, que un par de semanas antes se habían reunido para formalizar ese escrito fundacional en el Bar Torino (ya desaparecido, incluso la calle ya no existe).
La leyenda (apoyada por historiadores en varios libros) relata una situación de depresión y malestar en torno al fútbol en la ciudad del Túria a inicios de 1919. Un trágico suceso era el culpable. Uno de sus principales clubs, el Deportivo Español jugaba un partido amistoso en Elche promovido por un famoso farmacéutico. En aquel encuentro el delantero valenciano del Deportivo Español, Luis Bonora, sufrió un choque fortuito con un jugador ilicitano y se lesionó. El médico determinó una fractura de tibia y se trasladó de urgencia a Valencia. Nada más llegar a casa falleció por una embolia.
La trágica noticia de la muerte del prometedor delantero, de un chico de 21 años estudiante de arquitectura, impactó a toda la ciudad. El Deportivo Español desapareció en ese ambiente de rechazo a un deporte llegado del extranjero, tan desconocido entonces y que había provocado ese doloroso hecho reciente. Milego, responsable del Deportivo Español, tenía el sueño de disfrutar de un gran club en la ciudad, y esa idea la transmitía en sus tertulias con amigos en el Bar Torino donde junto a un grupo de amigos decidieron fundar lo que ahora conocemos como Valencia Club de fútbol. (Milego fue su primer presidente)
Desde entonces esta entidad ha cosechado 6 Ligas, 7 Copas, 3 Copas de la Uefa, 1 Recopa, 2 Supercopa de Europa, 1 Supercopa de España…es el cuarto equipo con más puntos en la historia de La Liga…pero sobre todo ha construido a sus espaldas miles de historias, de recuerdos en cada aficionado al fútbol. Hoy queremos rendir un merecido homenaje al Valencia recordando a través de la memoria de los que formamos TresCuatroTres a algunos de esos jugadores, entrenadores, hechos…que han formado parte de los 100 años de vida de la entidad.
José Luis Ruíz Mohedano:
“Coincidiendo con la adquisición de la razón y cierto bagaje balompédico, siempre me acordé del Valencia de mediados y finales de los 90. Un equipo capaz de doblegar al Real Madrid y Barcelona en partidos de inmenso atractivo. Sobre todo gracias al talento de un jugador que por indie no deja de ser uno de los más dotados técnicamente de nuestra historia. Hablo de Gaizka Mendieta, el verdadero ídolo de mi generación. Una suerte de Robin Hood que se alejaba del brillo empalagoso de los focos para deslumbrar en las grandes citas con un catálogo de pases, tiros y otros detalles. Un superclase que pudo acabar de merengue o blaugrana pero que quiso huir a Italia y dejarnos huérfanos de su calidad. Aún así siempre tendrá un lugar reservado en el olimpo de mis primeros dioses futbolísticos, porque como toda mi generación, yo también era de Mendieta.”
Enrique Bermejo:
“Desde la orilla roja y blanca de Sevilla se observa al Valencia como un rival. Obvio. Pero es algo más. Es el Valencia un rival muy especial, no uno cualquiera. Y lo es porque desde esta orilla vimos como el Valencia creció. Vimos como ganó y tocó la plata. Y eso sirvió para aumentar nuestra fe. Primero miramos hacia arriba. Y seguimos las huellas del gran Valencia de principios del siglo XXI. Vimos, desde el infierno, como el club che subía peldaño a peldaño. Mirábamos hacia arriba y llegaron las Ligas y las finales de Champions como grandes hitos. Si el Valencia es grande, nosotros, como mínimo, tenemos que intentarlo.
El Sevilla logró pisar el mismo peldaño que el Valencia. Incluso vimos, con escepticismo, como alguna gestión desastrosa, siempre en los despachos, nos hizo mirar hacia abajo algún año. Extrañados. Desconfiados. Sabemos cuál es vuestro sitio. Qué ese sitio está alto. Y nosotros también lo queremos. Eso nos hace rivales. Hoy estamos en peldaños muy parecidos pero alcanzados de forma diferente, vosotros subiendo, nosotros bajando. Pero cuando miréis hacia abajo y nos veáis hacedlo como nosotros lo hicimos con vosotros, sabiendo que, tarde o temprano, nuestros destinos volverán a cruzarse. Porque es eso lo que nos hace rivales. Honor y honra a los 100 años del Valencia. Desde la orilla roja y blanca. La de Sevilla”
Pablo Caballero:
“Al margen de los importantes títulos que ha ganado el Valencia CF en los últimos veinte años, el primer recuerdo que se me viene a la mente del club valencianista es el partido disputado en el Camp Nou el diecinueve de enero de 1998. El FC Barcelona de Louis Van Gaal, que terminó esa temporada ganando Liga y Copa, dominaba el encuentro por 3-0 en el minuto sesenta y nueve y acabó perdiendo 3-4 gracias a los goles de los argentinos Guillermo Morigi, dos de Claudio López y uno final de Ariel Ortega.
Me acuerdo perfectamente que el partido fue retransmitido en abierto por Antena 3 y que el cuarto gol casi no se vio porque aún estaban repitiendo el tercer gol del equipo de Claudio Ranieri. Ese partido fue el preludio de los grandes enfrentamientos entre los dos clubes en los siguientes años, con partidos muy destacados como el del golazo de Gaizka Mendieta en Copa del Rey en 1999, la Semifinal de Liga de Campeones del año 2000 o la chilena de Rivaldo en la última jornada de la Liga 00/01”

Paco Luna:
«De los múltiples recuerdos gloriosos que me deja el Valencia, el que más me ha marcado ocurrió en 1999. En ese año, mi Atlético de Madrid, tras una aciaga temporada en Liga, alcanzaba la final de la Copa del Rey. Pero enfrente se encontró a aquel Valencia de Ranieri, con Cañizares, Djukic, Angloma, Angulo, Farinós, Ilie… Una máquina de jugar al fútbol de manera trepidante que comandaban dos jugadores que, con el escudo del murciélago en el pecho, fueron imparables: Mendieta y Claudio «Piojo» López.
Aquel lujo de Valencia no solo atropelló al Atlético en la final, es que venía de una espectacular eliminatoria de cuartos frente al Barça y de una no menos recordada semifinal contra el Real Madrid, en cuyo partido de ida le endosó un histórico ¡6-0! al equipo dirigido en aquel entonces por Toshack. Este que les escribe, que en aquellos tiempos era un joven colchonero con ganas de festejar títulos, descubrió ese día que, una de las cosas más bellas de la derrota, es que te da la oportunidad de admirar a quien te venció ¡Amunt Valencia!»
Victor Manuel:
«Si hay un recuerdo bueno que guardo del Valencia, ese no es otro que la victoria en la última jornada de Liga de la temporada 1982-83 frente al Real Madrid, victoria que libraba a los ches del descenso a 2ª división y al Madrid le birlaba el campeonato en detrimento del Athletic de Javier Clemente.
Toda la liga fue un mano a mano entre madridistas y bilbaínos, y llegaron a la última jornada con ventaja blanca de un punto (por aquel entonces, las victorias valían dos puntos) y el goalaverage ganado al Athletic. Un punto bastaba al Madrid, entrenado por Alfredo Di Stéfano, para proclamarse campeón. Para más “inri”, el Valencia, implicado hasta las trancas en el descenso, necesitaba una carambola para evitar la tragedia, y en cualquier caso, dicha carambola empezaba porque ellos ganaran su partido. Al Athletic, por su parte, sólo le quedaba ganar a la U.D. Las Palmas, también implicada en la lucha por evitar el descenso, y esperar a ver qué pasaba en el Luis Casanova
Y en Luis Casanova se obró el milagro en la tarde del domingo, 1 de mayo de 1983. Al final, en una de las tardes más mágicas que recuerdo, el Athletic ganó 1-5 en Las Palmas (y eso que se adelantaron los canarios) y el Valencia ganó al Madrid con un espectacular testarazo de Miguel Tendillo (min. 39), que curiosamente acabó jugando en el Madrid años más tarde. El Valencia, entrenado por un ex-rojiblanco, Koldo Aguirre, defendió el 1-0 con uñas y dientes. Y al final, lograron su objetivo.
Ese Athletic es el mejor que yo he visto nunca, con esa alineación mítica: Zubizarreta; Urquiaga, Liceranzu, Goicoechea, Núñez; De Andrés, Gallego, Urtubi; Dani, Sarabia, Argote. Un Athletic ofensivo que fue, con diferencia, el máximo goleador de la Liga. Parece mentira tratándose de un equipo “clementista”. Pero claro, con esa delantera y ese medio campo.»
Antonio Ros:
«Si pienso en el Valencia lo primero que me viene a la mente el Claudio ‘Piojo’ López, quizás sea por haberlo sufrido como seguidor culé. Qué jugador era el argentino, una mezcla de rapidez con una habilidad innata para estar en el sitio adecuado en el momento adecuado. Recuerdo los ‘estropicios’ que llevó a cabo tanto en el Camp Nou como en Mestalla. Jugar contra el Valencia en los finales de los 90 era, para un joven aficionado como yo, sinónimo de enfrentarte a la que sabes es tu bestia negra. Es cierto que luego estaba rodeado de otros muchos nombres importantes y de un equipo que sabía perfectamente a lo jugaba, pero por encima de todos emergía la figura del delantero argentino. Enhorabuena al Valencia por su centenario, un equipo histórico y necesario en la que tiene que ser la mejor Liga del mundo.»
Carlos Gallardo:
“A patir, ¿perqué no te fas del Madrid?” (A sufrir, ¿por qué no te haces del Madrid?) Esa pregunta de mi madre se repitió durante toda mi infancia, como seguro que se la hicieron muchas otras madres a muchos otros valencianistas. Cuando me empezó a cautivar el fútbol el Valencia llevaba más de 30 años sin celebrar un título, todo eran recuerdos de grandes futbolistas como Claramunt, Mundo, Puchades, Kempes…y continuas decepciones acompañadas de broncas en la grada con el por entonces presidente Paco Roig como protagonista.
Luis Aragonés fue el culpable de mi primera ilusión futbolera, con una liga que peleamos hasta el final pero que ganó el Atlético de Antic. Fernando Gómez Colomer mi primer ídolo sobre el césped. La Copa del Rey del 99 en el Estadio de la Cartuja de Sevilla la tengo guardada en el corazón como ese primer beso inolvidable. El camino entre las finales de Champions y las ligas de Benítez crearon tardes y noches imborrables con Mendieta, El Piojo, Cañizares, Ayala, Albelda, Baraja…y luego llegaron las penurias. El no cenar por las derrotas, la preocupación por unas deudas monstruosas…ahí entendí el Amunt! Siempre Amunt! (el grito de guerra ché)»

Post Data: Este 18 de marzo cientos de aficionados han acompañado a la bandera oficial del club desde Mestalla hasta el “kilómetro 0” de la historia del Valencia, en la Plaza del Ayuntamiento. Allí se situaba el Bar Torino donde se fundó el club, un local que ya no existe, tampoco su calle original (la ordenación de las calles se modificó con una importante remodelación). Tras años de confusión donde una placa (que aún permanece allí) señalaba que el citado bar estaba en la Calle Barcelonina, unos historiadores confirmaron hace poco que el verdadero lugar de aquel local era otro, a pocos metros. Ahora, en una esquina de la plaza, protegido por cuatro bolardos, una placa señala ese mágico “kilometro 0” ché, donde se reunieron aquellos aficionados al fútbol, aquellos amigos, para crear el ya centenario Valencia Club de Fútbol. Felicidades a los chés y Amunt!