Cuando llegan los resultados académicos es muy frecuente encontrarnos con situaciones en la que padres y madres castigan a sus hijos o hijas sin ir a entrenar o jugar al fútbol por traer malas notas a casa.
En este artículo quiero demostrar que este recurso correctivo por parte de los padres no es el adecuado. Aunque si es bueno que madres o padres comuniquen al entrenador o coordinador la situación académica que atraviesa el niño o, incluso, que los clubs soliciten las notas escolares para ayudar de alguna manera a corregir las posibles malas situaciones escolares.
Pero nunca deberíamos castigar al niño sin jugar al fútbol. Aunque pensemos que sea una buena medida de presión para que mejoren los resultados académicos.

Existen algunos estudios que afirman que el deporte contribuye a potenciar las capacidades cognitivas (con la práctica deportiva se aumenta el rendimiento cognitivo hasta un 25%). Cuanto mayores sean sus facultades anaeróbicas, más veloces serán sus conexiones neuronales o sinapsis, aspecto que reflejará en una mejora considerable del pensamiento lógico y de las habilidades lingüísticas.
Madres y padres deben estimular al niño a no perderse su cita con el fútbol, ya que dentro del deporte también se fomentan otros valores como el compromiso, el esfuerzo, la disciplina, la responsabilidad, el respeto, la humildad, etc. Y también habilidades psicológicas como la gestión del tiempo, la gestión del error y la autoconfianza. Todos estos aspectos ayudarán al niño en el ámbito escolar.
Por lo tanto, la práctica de actividad física puede ayudar a conseguir mejores rendimientos académicos.
¿Sigue siendo partidario de castigar sin fútbol a su hijo o hija si no aprueba?