Esta semana hemos dirigido la mirada a Alemania, donde se enfrentaban dos equipos históricos y destacados en la clasificación. El Bayern de Múnich venció 1-3 al Bayer Leverkusen y continúa su paso firme hacia un nuevo título de Liga, con muy buen juego, pero que le obliga a un gran desgaste. No obstante, la hora aproximada que le dura la gasolina en el cuerpo a los bávaros le fue suficiente para ganar a un Bayer Leverkusen que, poco a poco, fue creyéndose que podía sacar algo positivo del encuentro, pero al que le faltó acierto.
Como es habitual año tras año en la Bundesliga, el Bayern Munich volvía del descanso invernal dispuesto a arrancar la segunda vuelta del campeonato sin demasiados sobresaltos. Sus once puntos de ventaja al Schalke 04 tras los primeros 17 partidos parecen suficientes, sobre todo viendo que sus perseguidores van intercambiando posiciones y dejándose puntos cada jornada. El Bayer Leverkusen se encontraba antes del partido en cuarta posición, en mitad de los cinco conjuntos que luchaban en dos puntos de diferencia. Tras los 30 del Schalke estaban Dortmund, el propio Leverkusen, Leipzig y Borussia Moenchengladbach con 28, pero ya con 26 y fuera de los puestos europeos acechan también Hoffenheim y Eintracht. Así que la emoción que el primer puesto no va a conceder, va a estar en el resto de plazas de Champions y Europa League.
Los de la farmacéutica no habían sufrido aun ninguna derrota en su campo en toda la temporada. De hecho, tras arrancar la temporada con tres derrotas en los primeros cinco partidos, había ido remontando posiciones sin volver a caer hasta esta semana. Los visitantes, que ya ganaron 3-1 en casa al Leverkusen en la primera jornada, se fueron a las vacaciones invernales con la Liga más que encarrilada y demostraron no haber perdido el ritmo victorioso.
Heiko Herrlich formó en el Leverkusen con el segurísimo Leno en portería. La defensa de tres la formaron Tah, Sven Bender y el lateral reconvertido Wendell. En el eje del centro del campo aparecieron poco Kohr y el hermano gemelo de Sven, Lars Bender. Como carrileros, los más brillantes del equipo, Karim Bellarabi por la derecha y Leon Bailey por la izquierda. El zurdo jamaicano fue el arma más peligrosa de su equipo en el partido, rápido y profundo, este trasunto del cantante Bruno Mars es habilidoso con el balón en los pies, aunque a veces peque de individualista (tal vez porque sabe que por sus piernas pasa la mayor parte del poder ofensivo de su equipo). En el segundo tiempo estrelló un balón en el larguero tras una brillante jugada que pudo haber sido un golazo para guardar en vídeo. En la mediapunta formaron Havertz y Julian Brandt, uno de los jóvenes más prometedores del fútbol alemán, pero que estuvo bastante desaparecido. En punta, Volland, que se movió bien, pero falló en buenas ocasiones momentos que pudieron ser decisivos.
El Bayern Munich tenía cuatro bajas entre sus titulares que no le impidieron vencer. A pesar de no contar con Neuer, Hummels, Thiago y Lewandowski, Heynckes pudo formar un equipo brillante. En la puerta, Ulreich sigue aguantando el tirón de sustituir a un mito como Neuer. El centro de la defensa fue para Boateng y el joven Sule, uno de los diamantes del fútbol alemán, que va para gran central. El lateral derecho fue para el veterano Rafinha y el izquierdo para un Alaba que se mostró tremendamente incisivo en sus subidas. El triángulo del centro del campo lo encabezaba un Javi Martínez que corta, entrega y manda, y del que no sería sorprendente que Lopetegui lo incluyera en alguna convocatoria de cara al Mundial por el nivelazo que muestra. Junto a él ha encontrado sitio Vidal tras la lesión de Thiago. El chileno sigue aportando llegada y trabajo en la medular, pero el manejo del ritmo de partido se lo deja a James Rodríguez. El colombiano fue el mejor del partido, que además firmó con un gol de bandera en el descuento, pero un poco más adelante nos centraremos en él. El tridente ofensivo, para tres clásicos del Bayern: Ribery y Robben como extremos y Thomas Müller para la punta. El alemán ha perdido algo el sitio, y el puesto de ariete seguramente no es el más brillante para él, pero sigue demostrando que tiene un idilio con el gol cada vez que pisa el campo. Aunque no marque, siempre tiene alguna y no pierde el instinto.

Dada la situación que corre su equipo, recomendaría a los madridistas que no vieran este partido ni leyeran este párrafo, porque vamos a hablar (muy bien) de James Rodríguez. El colombiano, cedido por el Real Madrid con opción de compra obligatoria, lució ante el Leverkusen a un nivel altísimo. Ya dijimos cuando hablamos del partido entre Dortmund y Bayern que entre Thiago y él manejaban el juego de su equipo, pero ahora, sin el español, asume aun más galones. Se movió como pez en el agua en la media punta, bajó a recibir cuando correspondía arrancar el juego desde atrás, llegó al área cuando tocaba, asistió a Ribery en el segundo tanto y anotó un tercer gol de falta con el que cerraba el partido que fue una auténtica obra maestra, un suave pase a la red por encima de la barrera en dirección a la escuadra que hizo inútil la felina estirada de Leno. Un partidazo de un jugador que dormitó la pasada campaña en el Bernabéu pero que está recuperando su estatus de estrella mundial.
El encuentro arrancó con mucho más ritmo y control por parte de los líderes. El equipo de Heynckes dominaba y cercaba el área de Leno, aunque sin grandísimas ocasiones. Mientras, los de la Bayer salían en contadas oportunidades al contraataque y, a pesar del peligro evidente de Bailey, no daban sensación de poder ni de creer. Tan solo algunas entradas duras daban señal de vida en el Leverkusen.
Hacia la media hora, arreciaba el ataque del Bayern, con varias llegadas peligrosas en balón parado. En una de ellas, Javi Martínez recogía un balón suelto en la frontal del área pequeña para fusilar a Leno. El Bayern se adelantaba y apagaba la escasa animosidad de los locales. Pudo haber llegado algún gol más antes del descanso en otros córneres peligrosos, pero el marcador se fue al descanso con el 0-1 para los visitantes.
En la segunda mitad seguía mandando el Bayern. Al ritmo de James, los bávaros llegaban por oleadas, pero sin concretar. La mejor llegada hasta ese momento del Bayer llegó a los diez minutos de la segunda mitad, con el balón al larguero de Bailey que comentábamos antes.
Acto seguido, una contra bien guiada por James era culminada por Ribery recortando hacia dentro desde la izquierda y definiendo al palo corto. Con el 0-2 el partido parecía cerrado, pero el fútbol de desgaste del Bayern hizo que la gasolina pareciera agotarse, y el Leverkusen, que nunca había creído en llevarse el partido, pareció empezar a creer, tal vez un poco tarde, eso sí. Heynckes no reforzó el medio del campo como parecía pedir el partido (Tolisso entró en el descuento para perder tiempo cuando debió aparecer varios minutos antes) y las ocasiones de los de Herrlich fueron llegando. Volland en un par de oportunidades y Lucas Alario, que entró por el mediocentro Kohr, pudieron reducir distancias.

En un disparo desde la frontal, desviado por el cuerpo del defensor Sule, Volland acabó anotando el 1-2 con veinte minutos por delante. Aunque el Bay Arena vibraba con la posibilidad de sacar un empate en un partido que no esperaban remontar, las llegadas locales no se concretaban y el Bayern parecía empezar a tomarse algo más en serio el final del partido. Así, ya en el descuento, James recibiría una falta en la frontal del área rival, tomó el balón, botó la falta y convirtió uno de los goles más bellos del fin de semana. Una falta perfecta que liquidó las esperanzas del rival. Sin más que reseñar en el escaso par de minutos que restaba, el intratable Bayern se llevaba los tres puntos y el Leverkusen vivía su primera derrota casera del curso.
Un lunes más, el Bayern puede mirar la clasificación sin preocupación. La derrota del segundo, el Schalke 04, ante el Leipzig pone al equipo de Red Bull en segundo lugar, pero ya a 13 puntos del líder. Uno por debajo, con 30, se quedan los de Gelsenkirchen. Después, el atasco va del cuarto al décimo lugar, con el Dortmund en 29, Leverkusen y Moenchengladbach en 28; Ausburgo, Hoffenheim y Eintracht en 27, e incluso Hannover en 26 con opciones de alcanzar puestos de Champions.
Tras el parón invernal, el Bayern sigue dando imagen de futuro campeón de la Bundesliga, aunque la emoción quedará para el resto de puestos europeos, que tendrán bonitos movimientos hasta el final. En ellos estará sumido el Leverkusen, un equipo sólido y con argumentos para luchar con el resto por estar en la máxima competición europea la próxima campaña. En esa competición, el Bayern intentará dar guerra, aunque esa doble cara de juego brillante de la primera hora y equipo en la reserva en los últimos 30 minutos le pueden dar para dominar la Bundesliga, pero difícilmente para batir a los duros rivales europeos.