Un histórico del fútbol francés está atravesando una grave crisis deportiva inesperada a comienzos de la actual temporada. Se trata del AS Mónaco, situado en los puestos de descenso de la Ligue 1 y clasificado en último lugar de su grupo de la Liga de Campeones. El conjunto monegasco ya ha cambiado de entrenador, pero de momento el cambio de Leonardo Jardim por Thierry Henry no ha surtido el efecto positivo deseado.
Hace siete años el equipo rojiblanco descendió a la Ligue 2, regresando en 2013 a la máxima categoría francesa de la mano de Claudio Ranieri. Con el técnico italiano volvió a resurgir, logrando una brillante segunda posición en su retorno a la Ligue 1. Se fue Ranieri y llegó al banquillo del Louis II el anteriormente citado Leonardo Jardim. El portugués hizo un trabajo extraordinario en el AS Mónaco, consolidando al equipo en los puestos altos de la liga y logrando el campeonato liguero y alcanzando las semifinales de la Champions League en la temporada 2016/2107

Al margen de los éxitos deportivos y los títulos, hay que reconocerle a Jardim la apuesta por la cantera. De ella salieron futbolistas como Yannick Carrasco, Layvin Kurzawa, Kylian Mbappé o Kévin N’Doram, que sumaron positivamente a un elenco de futbolistas contrastados y de una gran calidad, como Radamel Falcao, Joao Moutinho, Danijel Subašić y jóvenes con una gran proyección como Bernardo Silva, Thomas Lemar, Fabinho o Youri Tielemans entre otros.
La salida del club de muchos de ellos ha mermado las prestaciones del AS Mónaco, hasta el punto de verse en la situación deportiva actual. Los problemas se acentúan y las voces que hablan de un vestuario fracturado son cada vez más contundentes y sonoras. Thierry Henry, de momento, no ha sido capaz de revertir la dinámica perdedora del equipo y el futuro se antoja complicado y bastante oscuro. En sus seis partidos (cuatro de Ligue 1 y dos de Liga de Campeones) solo ha conseguido empatar dos de ellos.
La sombra de un nuevo descenso se alarga cada vez más, aunque aun es pronto y en la plantilla hay futbolistas más que capacitados para sacar al conjunto del Principado del atolladero en el que se encuentra. La distancia que le separa de los puestos de permanencia es de cinco puntos. Debe reaccionar de inmediato para no verse con el agua al cuello y encomendarse a un milagro de grandes dimensiones.