He sido seguidor del Real Murcia desde mi infancia: nací en Murcia, me crié en Murcia, vivo en Murcia y que por mucho tiempo sea así. Tuve la suerte de que desde pequeño me llevaran a La Condomina a ver al equipo de mis amores. A cualquier persona, inconscientemente, de entre todos los recuerdos que se retienen en su memoria, se le quedan marcados determinados momentos. En mi caso se trata del ascenso a Segunda División conseguido en la Temporada 1999/2000.
El día 25 de junio del año 2000, el Real Murcia venció 1-0 al Granada en el Municipal de “Los Carmenes” con la siguiente alineación:
VIÑA |
VAQUERIZA |
CARRERO |
MATITO |
VELASCO |
KORTINA |
QUIQUE TORRES |
NACHO ZARAGOZA |
AGUILAR |
LUIS GIL |
LORETO |
Fue Pepe Aguilar quien, en el minuto 63, marcó el gol que supondría el ascenso del equipo grana. La portada del diario de Murcia “La Opinión” del día siguiente decía lo siguiente: “Cuxart recoge un balón en el centro del campo y se lo cede a su compañero Aguilar, quien avanza hasta la frontal del área grande desde donde lanza un gran remate con la izquierda que supera al meta Notario, alojando el balón en el fondo de la red”. Ese es el relato de la histórica jugada que supuso el triunfo en Granada y que metió al Murcia en la categoría de plata del fútbol español.
Muchos aficionados del Real Murcia, como de costumbre, acudieron a celebrar el ascenso a la Plaza Circular de Murcia. Recuerdo haberme encontrado a mi hermano muy emocionado, y preguntarle por lo que le ocurría; se me grabó la respuesta que me dio: «llevaba mucho tiempo esperando la vuelta del Real Murcia a Segunda División “A”, (tanto como 6 años) y por fin se ha conseguido!«

Cuando Aguilar marcó el gol al Granada, no era totalmente consciente de lo que significaba aquel ascenso para el Real Murcia; sin embargo, pude comprobar gracias a lo que me dijo mi hermano, lo que suponía tal victoria: el equipo de mi ciudad volvía a la Segunda División “A”, lugar al que por historia y categoría pertenece.
Hubo otro detalle que también me marcó aquel día. Tal 25 de junio del 2000, no sólo se enfrentaron el Granada y el Real Murcia, también se jugó el partido entre Francia y España de cuartos de final de la Eurocopa, que tuvo lugar en Bélgica y Holanda. Este último partido comenzó cuando ya había finalizado el partido del Real Murcia y mientras los aficionados del equipo grana (yo incluido) celebrábamos el ascenso.
Recuerdo que al ver que quedaban pocos minutos para la finalización del partido de España, acudimos al escaparate de una tienda de televisores donde podíamos ver el partido de la Selección en directo; viendo los minutos finales del encuentro, ocurrió la fatídica jugada que nos acabó eliminando: penalti señalado a favor de España que Raúl tiró fuera.
En otras circunstancias, el falló de Raúl me habría amargado el día y parte de la semana venidera, sin embargo, en ese instante, la derrota de España pareció no tener importancia; la alegría que me había dado el Real Murcia con el ascenso me hizo olvidar que España había sido eliminada de una competición internacional en cuartos de final (otra vez).