Durante el R. Madrid – Getafe de la última jornada de Liga, y tras ver el gol de falta de James, recordé una clase práctica de táctica. En ella el profesor de turno me llamaba a filas y delante de sesenta personas me pedía que explicara el planteamiento de las barreras.
Mi mente pensaba, al tiempo que mi cara debía estar pasando a un color más rojizo, en la complicación que podría tener el poner una barrera, más allá de decidir el número de jugadores, las alturas, y si librar más o menos dependiendo de que el lanzador sea diestro o zurdo. Pues bien, tiene esas y alguna otra más, detalles, pero al fin y al cabo el fútbol es eso, detalles, segundos… Me fui para mi casa pensando en las barreras y sus complicaciones. Es por ahí por donde quiero enfocar este artículo, en esos pequeños detalles que marcan la línea entre éxito y fracaso, lo llamaremos…apuntes tácticos.
El primero, y volvemos al tema de la barrera, es para los porteros. ¿Qué ocurría si en un libre directo cerca de área al colocar la barrera dejamos un hueco entre dos jugadores para ver la salida del balón?

Vale que dejamos un hueco en la barrera, pero no es fácil meter el balón por él, y no olvidemos que el portero no pierde el balón de vista.
El segundo apunte se centrará en una variante táctica en fase defensiva. En ocasiones escuchamos en la radio o durante los partidos que Gareth Bale no baja, que el recorrido defensivo de Neymar es mínimo o que hay un agujero en la banda de no sé qué extremo de turno. Pues bien, podemos mantener un balance defensivo positivo con el movimiento que observamos en la imagen.

Con este movimiento de caída por parte de nuestro interior, se libera al extremo de recorrer 50 o 60 metros para atrás y su consiguiente desgaste, pero se le exige esa rectificación táctica para tapar la línea interior del rival.
Son pocos los equipos que actúan así por naturaleza porque es una sistematización compleja por los riesgos que conlleva si el extremo no cierra por dentro. Por otro lado, muchos equipos actúan con línea de 4 medios por lo que se ahorran ese desarrollo táctico. Y por último están los que tras pérdida o inicio de jugada repliegan y exigen a sus extremos actuar en esos 50 metros de campo propio.
Para acabar…otra para los porteros y el equipo en general en situaciones de faltas laterales en contra. Muchas veces vemos una falta lateral con todos los jugadores tanto nuestros como rivales al borde del área o incluso dentro. ¿Acaso no sabemos que nosotros decidimos donde se colocará el rival? La línea del fuera de juego la marcamos nosotros. Si la distancia o el ángulo de la falta respecto a la portería no es peligrosa para un tiro directo podemos sacar a nuestra línea defensiva 5-6 metros de nuestro área,. El rival mandará el balón entre el punto de penalti y el área grande, donde recepcionará nuestro portero.


El portero bloca el balón antes de que nadie tenga opción de remate. Es evidente que para poder ejecutar esta acción nuestro portero debe ir bien por arriba y transmitir seguridad al resto del equipo.