Lo cierto es que tras el traspiés del Atlético de Madrid anoche ante el Athletic de Bilbao, la Liga ha quedado apasionante. Tenemos por delante cinco jornadas (seis en el caso del Barcelona) donde es difícil destacar un favorito.
El Madrid empató ante el Betis en un partido en el que los de Pellegrini no sólo plantaron cara sino que estuvieron cerca de la victoria. El conjunto blanco, fruto de las numerosas bajas y de estar a otros menesteres (europeos) parece ir perdiendo fuelle en esta lucha por el título de Liga.
Posteriormente fue el turno de un Sevilla que, mal que le pese a Lopetegui, empieza a creérselo. De los cuatro me atrevería a decir que parece el que en mejor forma está. Cierto que le queda algún encuentro complicado como contra el Athletic o el propio Madrid. Sin embargo, también es verdad que es de los que menos tiene que perder ya que es el invitado sorpresa.

El Barcelona por su parte solventó la papeleta contra el Villarreal con un sabor agridulce. Primera parte muy buena donde con un poco más de acierto por parte de De Jong el partido no habría tenido más historia. En la segunda mitad, pese a jugar contra diez, el Barsa entró en un juego peligroso de dejarse llevar del que normalmente se sale mal. No fue el caso y ahora, de ganar el jueves contra el Granada, un equipo que ha pasado por su mayor crisis institucional en años de historia sería el líder de la Liga.
Y lo será porque el Atlético de Madrid nota el vértigo cada vez que sale a un terreno de juego. Los de Simeone son conscientes de la diferencia que llegaron a tener allá por diciembre (12 puntos respecto al Barcelona) y de que ahora todo apunta a que necesitarán una hazaña en el Camp Nou. Y es que a diferencia de lo que sucedía la jornada pasada, el empate ha dejado de ser una opción.
En definitiva, después de la polémica con la Superliga, nos encontramos ante el campeonato más interesante de los últimos años. Primero por el número de candidatos y segundo las circunstancias especiales en las que se desarrolla donde todo es posible. Sea como fuere, el espectáculo parece asegurado.
Apasionante,y un sueño para el tapado Sevilla que es ahora cuando empezará a sentir la presión,que si tienen los otros,candidatos, cuya historia y presupuestos les obliga a pelear por la Liga.El Sevilla, cumplido su objetivo de jugar la Champion, tiene ahora que luchar por conseguir mejorar su clasificación y,de pasada, optar a hacérselo más complicado al trío de cabeza.Apasionante¡
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