He hablado aquí de grandes equipos. Alineaciones míticas de conjuntos universales, que traspasan fronteras geográficas y temporales. Sin embargo, existe otra clase de equipos míticos igualmente cuyo recuerdo es especialmente imborrable, si bien en zonas poco propicias al éxito futbolístico. Y precisamente por eso. Imaginen a un pobre que un día se pegó un festín, codo con codo con los señores habituales del lugar, incluso quitándoles durante un rato la mejor ración… Pues sobre eso va este artículo.
Ante los incontables casos que existen a lo largo y ancho del fútbol, me centraré en los casos más reseñables y efímeros dentro de los años 90 y principios del presente siglo. Un breve homenaje a esos clubes que marcaron a sus ciudades y regiones más que el grande de turno.
1991/1992: Albacete Balompié
Lo bautizaron como “el Queso Mecánico”. La Mancha se asomó sorpresivamente a Primera de la mano de un equipo que trenzaba el fútbol bajo la batuta de Benito Floro, por aquel entonces un entrenador desconocido para el gran público. Los internacionales Conejo (Costa Rica) y Zalazar (Uruguay) eran punta de lanza de un equipo formado por los Geli, Catali, Menéndez, Chesa, Antonio… e hicieron vibrar al Carlos Belmonte. Al final, y tras estar buena parte de la temporada en puestos europeos, el conjunto albaceteño se quedó a un solo punto de entrar en la UEFA.
1992/1994: C.D.Tenerife
Cuando en el invierno de 1992 el Tenerife apostó por Jorge Valdano, el equipo luchaba por mantenerse a duras penas en primera un año más. Pero había talento, y mucho, en el conjunto insular. Bordeaba la zona de promoción y se salvó holgadamente, tras vencer en el Heliodoro a Valencia, Barcelona y… al Real Madrid, al que quitó la primera de dos Ligas. ¿Quién no recuerda a Redondo, Pier, Pizzi, Chano, Del Solar, Torrecilla, Estebaranz o Dertycia? En la 92/93 lograron un histórico billete a la UEFA con un brillante 5º puesto. En la 93/94, como culmen, otra temporada más que cómoda en Liga, semifinales de Copa y sólo la Juventus cortó el sueño europeo, tras haber dejado en la cuneta a Auxerre y Olympiacos.

1995/1996: S.D.Compostela
Las carreras de Fernando Vázquez por la banda tras un gol. La pasión entregada del técnico novato que dirigía una orquesta en la que destacaban hombres como Fabiano, Passi u Ohen junto a otros currantes del fútbol como Lekumberri, José Ramón –hermano de Fran–, Mauro, Bellido o Falagán. Fueron los ingredientes del subcampeón de invierno en aquella temporada inolvidable en la ciudad peregrina. En el verano de 1996 se permitió el lujo de fichar al delantero centro titular del campeón de Liga, Penev, para lograr otra destacada actuación en Liga, si bien no ya tan brillante como la de la anterior.

1996/1997: Real Valladolid
El Valladolid estaba acostumbrado a sufrir hasta el final para mantenerse en Primera cada año. Y con el objetivo de una permanencia menos apurada inició aquel primer año de “locura de fichajes” de aquellos locos 90. A orillas del Pisuerga las arcas no daban para mucho, pero Vicente Cantatore guió a los Víctor, Peternac, Quevedo, Torres Gómez, con César Sánchez en la portería, a una más que sorprendente clasificación para la UEFA.
1997/1999: R.C.D.Mallorca
El Mallorca volvía a primera tras cinco años en Segunda bajo los mandos de un desconocido para el fútbol europeo como Héctor Cúper. Quizá este equipo mereciera un monográfico, pero era ineludible citarlo en este artículo. Aquel recién ascendido “osó” a pelear el liderato de la Liga nada más subir, su subcampeonato de Copa ante el Barça sólo se decantó en los penalties, con aquella parada de Hesp a Eskurza. Ello daría derecho a los mallorquines a disputar la Recopa al año siguiente, cayendo en la final ante la Lazio.
Hombres como el portero Roa, Marcelino, Iván Campo, Romero, Engonga, Valerón, Stankovic o Moya a los que en la 98/99 se unieron los también inolvidables Ibagaza, Dani o Biagini. A diferencia de los casos anteriores, este Mallorca sí logró un título –la Supercopa de 1998–, y además, el legado de este bienio tuvo continuidad con el ciclo protagonizado por el inolvidable Luis Aragonés y el camerunés Eto’o como punta de lanza del conjunto que alcanzó la Champions en 2001… y la Copa, con Manzano, en 2003.
2000/01: Deportivo Alavés
Tras más de 40 años pululando por 2ª, 2ªB o incluso 3ª, Vitoria volvió a Primera en 1999. El primer año fue, como se preveía, de sufrimiento. Pero en la 1999/2000 saltó la sorpresa. Los de Mané lograron clasificarse para la UEFA en un equipo en el Herrera logró el Zamora, y los Contra, Kodro y Javi Moreno, entre otros, hicieron de Mendizorroza un campo a temer por todos. En la 2000/2001 fue Javi Moreno el protagonista, con un Pichichi inesperado. Pero sobre todo, aquel año se recordará como el de la final ante el Liverpool, en la que los vitorianos sólo cayeron en la prórroga, por 5-4, en una de las finales más trepidantes que se recuerdan. A destacar que a ese equipo se unieron los Contra, Geli o Jordi Cruyff.

1997/2003: R.C.Celta
Es el último conjunto de este humilde repaso, y el que abarca un periodo más largo. En el verano de 1997 llegó al banquillo de Balaidos Jabo Irureta. El equipo formaba su columna vertebral con hombres como Dutruel, Mazinho, Mostovoi, Karpin, Djorovic o Revivo. 6º y pasaporte a la UEFA en la 97/98, pero Irureta hizo las maletas… rumbo a Riazor. En el verano de 1998 llega Víctor Fernández. Y con él, Makelele, Cáceres y Penev.
El cóctel es brillante. El Celta es líder varias jornadas y por poco no alcanza el subcampeonato que le habría dado derecho a la Champions. 5º y de nuevo a la UEFA. Para la 99/00 llegan Gustavo López y McCarthy, pero tras un buen inicio baja un poco el rendimiento. La UEFA llegaría a través de la Intertoto. En el verano de 2000 llegan dos brasileños: Edú y Catanha, que se hacen con la delantera titular y mejoran las prestaciones: 5º en Liga y subcampéon de Copa ante el Zaragoza. La gran ocasión perdida. En la 01/02 es de nuevo 5º, el Barça evita la Champions por poco. Pero en la 02/03 se abre el ciclo Lotina con el 4º puesto y la clasificación para la Champions. Pocos podían presagiar el descenso de un año después…
Epílogo
En los últimos años, se pueden encontrar también ejemplos de equipos que han llevado la alegría a sus parroquias particulares. La consolidación en Primera de Villarreal y Getafe, el Málaga de Peiró y el posterior del jeque, el Osasuna de Javier Aguirre, el Almería de Emery, el Rácing de Marcelino… y el último caso, el Eibar, que ha logrado llevar a Ipurúa el fútbol de élite y se está desempeñando más que notablemente en la máxima categoría.
Todos ellos forman parte de la historia de nuestro rico fútbol, y sean más o menos prolongadas sus etapas de éxitos, por llamativas e inesperadas, siempre quedan en la retina de los buenos aficionados, más allá incluso de sus ciudades o provincias.