Que si el Barsa va a hacer uso del ya famoso apartado de «otros gastos» que siempre aparece en el balance económico del año para que la plantilla del Málaga brinde con cava una victoria contra el Madrid. Que si al Málaga le interesa que el Madrid gane la Liga para cobrar 1 millón de euros por la venta de Isco. Que si en realidad, perder mañana puede provocar que el conjunto malaguista baje hasta dos puestos en la clasificación diciendo adiós a 600.000€ más otro millón. La cuestión que estamos en la última jornada de Liga y, se ponga Tebas como se ponga, de lo único que se habla es de dinero. Vayamos por partes.
Sinceramente, estoy a favor de las primas por ganar. Se puede argumentar en contra que solo hacen mercantilizar el fútbol y que los equipos que más dinero tengan jugarán con ventaja. La realidad es que hasta el club más humilde de Primera puede dar un incentivo a otro a modo de «motivación extra». Por poner un caso, el Sporting de Gijón podría haber primado a otro equipo a costa del dinero que habrían ingresado de mantenerse en la máxima categoría. A nadie amarga un dulce y si hay que estimular las piernas mediante billetes, se hace y listo.
Lo de la prima de fichaje de Isco es simplemente mala suerte y pura coincidencia como lo es que Michel sea el que se siente en el banquillo del último obstáculo blanco. No creo que haya mucho más que comentar.
En cuanto a la propuesta actual para evitar primas, defendida de manera vehemente por el presidente de la Liga, es decir el ingreso de más o menos dinero del reparto televisivo según el puesto que se ocupe al bajar la competición el telón es, en mi opinión, una buena idea que quizás haya que perfeccionar. Quizás aumentando las cuantías entre cada puesto.
En definitiva, las primas es algo que, se quiera mirar para otro lado o no, existen y forman parte del fútbol. Lo mejor probablemente sea, aprender a convivir con ellas.