Sin ninguna duda, el fútbol español se encuentra en su mejor momento. Y no por la calidad que desprenden los equipos nacionales cuando juegan fuera de su territorio, y por el reconocimiento que tienen, sino porque es mayo y eso significa que el curso está llegando a su fin, y con ello, la emoción asegurada para todos los aficionados.
Real Madrid y Barcelona se lo juegan absolutamente todo en las próximas semanas y anoche se cerró la ida de las semifinales de la Champions League. Diferentes resultados y distintos partidos que dejan a ambos conjuntos con posibilidades, más que suficientes, de encontrarse en la final de Berlín el próximo 6 de junio. Sobre todo, el Barcelona que ganó por 3 goles a 0 en el Camp Nou, sellando casi seguro, su pase a la final.
El conjunto de Carlo Ancelotti desea ansioso la vuelta de semis en el Santiago Bernabéu, donde espera que sus aficionados les ayuden a conseguir el pase a la final y sus ánimos les allanen el camino a Berlín. Y es que los madridistas perdieron en Turín en la noche del martes por 2 goles a 1. El juego del equipo blanco no fue el mejor, sobre todo, en la segunda parte en la que las ocasiones de gol no fueron abundantes y el resultado cosechado en la primera mitad se mantuvo hasta el final.

Los jugadores blancos no se fueron contentos de su visita a Italia en la que Sergio Ramos y Bale fueron los señalados. El primero por el cambio de posición que el técnico madridista ha decidido hacer en los últimos partidos, moviéndolo desde la defensa al centro del campo. Y a Bale, pues a Gareth se le vio muy poco, más bien nada, durante el partido, lo que hizo que Ancelotti decidiese cambiarlo a escasos minutos del final dando entrada a Jesé.
Pero no es el acabose, los blancos solo necesitan un gol para vestirse de blanco en la capital alemana el próximo mes. Y teniendo en cuenta los jugadores con los que cuenta en su once, hacerle un gol a Buffon puede que sea algo sencillo. Al menos, eso se espera.
Por su parte, el Barcelona de Luis Enrique amargó la vuelta de Pep Guardiola a la que fue su casa durante muchos años al destrozar al equipo alemán en la segunda parte, firmando un partido magnífico en el que Messi, con dos tantos, y Neymar, con el último, dejaron constancia de que este Barcelona está a un extraordinario nivel.

Los culés dejaron ver que no había intención de dar opciones al Bayern, quien obviamente buscará la remontada en casa con su afición, por muy difícil que sea marcar 4 goles contra un Barcelona en estas condiciones.
La ida de las semis de Champions nos deja dos resultados completamente diferentes. Una derrota para los blancos y una victoria para los blaugranas que pueden dar la vuelta en los partidos de vuelta de la próxima semana.
Aunque, obviamente, lo único que espera el fútbol español y el resto de aficionados del mundo es que los jugadores de Real Madrid y Barcelona se estrechen las manos en el campo del Estadio Olímpico de Berlín antes del comienzo de la finalísima, que será seguro, el partidazo de la temporada. Ese que se recuerda, como dice mi abuela, por los siglos de los siglos.