Tras el partido de ida de las semifinales titulaba el diario El Confidencial algo así como «Guardiola se traga la pizarra» ante lo que, en opinión del firmante, fue un baño táctico de Ancelotti. Me pregunto dónde está ahora esa pizarra tras lo vivido anoche en Manchester.
Guardiola es simplemente un genio de los banquillos. Un entrenador que cae mal, muy mal, a mucha gente pero cuyos logros no aguantan comparación posible. Los hay que sostienen, en su afán por desprestigiar su figura, que tuvo éxito en el Barcelona gracias a Messi y que ahora lo hace por tener un talonario infinito. Lo que olvida esta gente, nublada por una realidad paralela, es que poner por ejemplo a Bernardo Silva emparejado con Camavinga es de saber exactamente dónde se va a hacer daño al rival. Y eso es lo que hacen los mejores, cambian partidos.
El Manchester City aplastó al Madrid a base de juego combativo y recuperación tras pérdida llevada al extremo. Y es que Guardiola tiene eso que le hace diferente, sus equipos son reconocibles, el estilo no se negocia y ganar no es el objetivo, el objetivo es el cómo. Un rara avis, pero así son los elegidos.
Y en el Madrid pues nada que no se intuyera la temporada pasada donde ya no fue superior al City. Sin plan a tras las negativa de Mbappe, tampoco hubo plan b y así es complicado. Llegó de nuevo a semifinales en una muestra de casta y embrujo europeo ejercido sobre sus rivales. Sin embargo tiene varios problemas, dos jugadores clave como Benzema y Modric que ya no están para estas lides. Valverde en un estado de forma alarmante. Ausencia de laterales de primer nivel lo que te obliga a poner a, posiblemente el mejor mediocentro recuperador que tienes, Camavinga a defender. Lo mejor que le ha podido pasar al conjunto blanco es caer de la manera estrepitosa en la que lo hizo. Fueron cuatro pero pudieron ser siete, ese es el drama, que aún teniendo al mejor portero del mundo sólo te sirve para que el bochorno no se convierta en vergüenza histórica.
Se avecina un verano movido en Concha Espina, no se sabe muy bien quien ficha en el club pero sea quien sea va a tener trabajo.
Es indudable que ya antes de jugarse el partido,objetivamente,la superioridad del City era reconocida y aceptada,pero quedaba la duda si la competitividad
,también reconocida del Madrid,pudiera compensar sus otras carencias,la respuesta se resolvió anoche para decepción de sus aficionados de siempre y aquellos,que como yo,lo viven en competiciones internacionales con simpatía y apoyo.
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