En ocasiones escuchamos a personas que no conocen el juego del fútbol en profundidad simplificarlo, decir que son 22 jugadores corriendo detrás de un balón para intentar meterlo en una portería, o escuchamos a aficionados no demasiado reflexivos diagnosticar que los problemas de su equipo se arreglarían corriendo más y poniéndole más ganas. Realmente, no podemos decir que ese tipo de afirmaciones sean del todo falsas, o al menos que siempre sean falsas, pero se quedan muy cortas. La realidad es que el fútbol encierra una enorme cantidad de conceptos básicos cuyo dominio no es fácil de manejar. Más allá del talento y las condiciones físicas que cada uno tenga para el desarrollo del juego, existen cuestiones de orden técnico y táctico que deben aprenderse. El libro del que hablamos hoy, resume una gran cantidad de esas cuestiones.
100 frases al pie, de Mikel Etxarri, editado por el propio autor en 2012, es un libro fino, de poco más de 100 páginas, y estéticamente sencillo, apropiado para realizar una primera lectura más o menos rápida y tenerlo después a mano para reforzar los conceptos «a demanda» siempre que el lector lo estime conveniente. La estructura de la publicación es sencilla, cada página está encabezada por una frase a modo de título que define un concepto básico en el juego, debajo le acompaña un típico esquema a modo de pizarra de entrenador que explica el concepto de forma práctica sobre el campo de fútbol, y unos breves párrafos que profundiza en la frase del título para desmenuzarla y hacer que sea completamente comprensible.

Su autor, Mikel Etxarri, es un hombre tal vez desconocido para el gran público, pero muy importante en las últimas décadas en el fútbol vasco. Profesor de táctica en la Escuela Guipuzcoana de Entrenadores, ocupó el banquillo del Eibar y de la Real Sociedad B, club éste último a cuya dirección deportiva ha estado ligado durante muchos años, actualmente es el seleccionador de Euskadi, además de impartir conferencias y dedicarse a la divulgación de sus bastos conocimientos de fútbol. Esta capacidad para acumular y transmitir conocimientos le han convertido en un faro para múltiples entrenadores, como Juanma Lillo.
Precisamente es Juanma Lillo quien prologa el libro, haciendo ver la importancia de la figura del autor reflejada en la forma en la que le influyó a él en el principio de su carrera. De su interés por la divulgación da fe el hecho de que tanto las primeras como la última frase de las 101 que conforman el libro (las 100 del título y una de «prórroga») tratan sobre la adquisición y transferencia del conocimiento, remarcando la importancia que tiene a la hora de ser un buen entrenador de fútbol. El libro completo constituye una guía (casi una biblia) para quien quiera dedicarse al entrenamiento de fútbol. Con ejemplos de ejercicios en muchas situaciones y una vocación práctica y divulgativa que lleva a explicar desde la mejor forma de tirar una pared, a las basculaciones para mantener el equilibrio en el dibujo de un equipo o, incluso, la mejor forma de comunicarse en el campo para pedirle un pase a un compañero.
Lo más destacable del libro es su sencillez para explicar conceptos que, en principio, parecen complejos. Te deja la impresión (errónea) de que cualquiera podría ser entrenador de fútbol base con solo tener el libro siempre a mano. Es una guía completísima sobre los conceptos básicos del juego. Si tenemos que ponerle un pero, la edición es un poco simplona, estéticamente sencillo, algo que seguramente deriva de su naturaleza de libro autoeditado y que, tras unas pocas páginas, se perdona fácilmente en pos de su muy interesante contenido.
En definitiva, un libro casi de obligada lectura para los que quieran entender el funcionamiento amplio del juego, más allá de los fanatismos, los resultados y las polémicas del día a día. Absténganse los que no busquen esa visión más profunda, si eres de los que creen que el fútbol solo es correr detrás de una pelota dándole patadas, no vas a entender ni te va a interesar lo más mínimo. Si te gusta desgranar el juego del fútbol, no querrás separarte nunca más de él.